Las ganas de gritarle en su oído hasta caer rendido, hasta que sus palabras volvieran a quedar impresas en su ser. Él, hoy daría todo por ser su motivo, él, hoy lo daría todo…

La desesperación le carcome cada que su imagen se le presenta. No la podrá acariciar, no como él quisiera, no la podrá besar, no del modo que lo hace en sus sueños.  Atravesó un puente del cual no pudo regresar.

Curioso cómo el mundo gira y nos va colocando en los sitios que debemos estar. Ella lo daba todo por estar con él, ella lo daba todo…

Él se marchó y en su maleta ella le empacó su amor. Ella lloró y esperó, esperó y lloró, y al paso del tiempo sus lágrimas le fueron lavando la ausencia.

Ella fue respirando aire de paz exclamando palabras de amor y de olvido, aceptó que estaba sola. Se metió a bañar al río y al salir, mientras se secaba con el viento que pasaba y a la luz del sol, se evaporó lo que quedaba de aquel amor.

Desnuda y nueva se encontró, el río le dejó ver su hermoso reflejo y mientras en su rostro se le dibujaba una pacífica sonrisa, se abrazó con su manta y supo que no le hacía falta nadie más mientras se amara ella misma.

M.A.Z.

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