Existen ciertos momentos en la vida en que cualquier evento sirve de detonante para llevarnos a un punto de exasperación tal, que sacamos “lo peor” de nuestra personalidad. A todos nos ha pasado alguna vez que cuando discutimos con alguna persona y al hervor de la situación, decimos o gritamos cosas de las que después nos arrepentimos, bueno claro si nos cachan…
Éste fue el caso de la profesora Idalia Hernández Ramos y los alumnos “Marina” y “Grimaldo” del CBTis 103 (Ciudad Madero, Tamaulipas) cuyo vídeo está arrasando en las redes sociales bajo el título: “Maestra del CBtis 103 HUMILLA a alumna por insultarla en twitter (INCREIBLE)” y para los que no lo hayan visto aún, les cuento:
El video muestra cómo la maestra de Recursos Humanos expone ante y durante la clase la agresión de la que fue víctima por parte de los alumnos en cuestión. Inicia con un discurso acerca de la importancia de los valores y el uso de las redes sociales, después pide a una alumna –la famosa Marina– que lea en voz alta un escrito referente al cyber bullyng y de si existía legislación para esto en el país; después pregunta a Grimaldo qué pasa cuando nuestra información cae en manos inapropiadas. Es importante que señalemos que hasta este momento la maestra se ha mantenido calmada, incluso hace un sondeo, donde ella se incluye, de quiénes tienen redes sociales, en especial twitter. A partir de este momento la serenidad que había sido parte del proceso, comienza a esfumarse cuando la maestra explica el porqué de esta actividad. Y es que la alumna en cuestión publicó un tweet donde insultaba a la maestra con calificativos poco gratos, por razones que no se exponen, de igual forma su compañero -secuaz- Omar Grimaldo participa en el evento dándole retweet al comentario de su amiga. Finalmente –o a la mitad del vídeo, mejor dicho-, la maestra muestra su indignación y obliga a los alumnos a que se disculpen por el hecho –que se hará público desde luego- para después asegurarles que ella haría valer sus derechos, llevando hasta las últimas consecuencias el acontecimiento.
Ahora bien, este material se difunde como pan caliente y ha causado en el público dos posturas evidentes: a favor de la maestra o de los alumnos. Si es la primera, se alzan las proclamas de respeto a los mayores y figuras de autoridad, así como de la vergüenza del país que tenemos por la pérdida de valores. En cambio si es la segunda, se dice que los chicos estaban en su derecho y que las redes sociales son para expresarse libremente y compartir lo que se piensa del tema que sea. No obstante, plantearé algunos puntos que me parecen particularmente interesantes.
En primer lugar, creo que a pesar de que la conducta de la niña pueda parecernos condenable o no, el hecho es que no sería la primera vez que sucede. Cualquiera que tenga acceso a una red social puede dar fe de que a diario se realizan publicaciones de este tipo, que incluso llegan a ser dirigidas a funcionarios públicos, de hecho, sobre todo a funcionarios públicos. Pero este video ha causado tanto alboroto porque es la primera vez que la víctima de agresión toma estas medidas para resolverlo pues en circunstancias normales, la maestra lo que debía hacer era acudir a la dirección para reportar el incidente y no tomar acción por mano propia.
Por otra parte, pienso que la maestra cavó su propia tumba al abrir paso a que su persona se viera vulnerable ante críticas y burlas pues al decidir darle tanta importancia a los “arranques” de berrinche adolescente, solo denotó que aunque docente, su nivel de madurez se encuentra en la “Ley del Talión”: Si tú me insultas, yo te humillo ante el grupo. Y no sólo eso, sino que se resuelve que el video se subiera a internet, es decir, la maestra decide recurrir a la misma arma que provocó el conflicto. Así, se evidencia que no sólo actúa al son del “ojo por ojo” sino que su manera de proceder no es otra cosa que una venganza planeada con alevosía y absoluta ventaja sobre los alumnos. Ahora que si la idea era evidenciar insultos, yo hubiera iniciado por los maestros que les reciben trabajos a estos jóvenes porque su ortografía deja mucho que desear…
Con base en esto, es que unos cuantos días después las imágenes conocidas como “memes”, inundan el Facebook en alusión a este video, he aquí algunos ejemplos.
De esta manera concluyo con algunas recomendaciones:
- No hagan cosas malas que parezcan buenas y viceversa. Me refiero a que no publiquen en función de recibir likes o ver cuántos lo comparten o retwittean, sino de acuerdo a una opinión que tengan y sean capaces de sostener con un buen fundamento. Ah y por favor, si van a publicar en contra de alguien tengan la decencia de buscar un diccionario para escribir bien.
- “Tanto peca el que publica como el que lo retwittea”. Reiterando lo anterior, si ya lo publicaste hazte responsable pues después de todo, estos medios son para expresar con libertad nuestros pensamientos. Eso sí, estando plenamente conscientes de las implicaciones y costos que esto nos pueda ocasionar.
- Hazlo a un anónimo. Si después de esto, ya te da miedo publicar; no dejes de hacerlo solo evítate problemas al poner el nombre del receptor, mejor dedícala “a quién corresponda” o más coloquialmente “a quién le quede el saco”.
- Si aun así te da “el susto” porque ya has publicado con todo y el nombre a quien va dirigido. Siempre puedes navegar con bandera de atolondrado y poner una publicación nueva diciendo que te hackearon la cuenta y que eres completamente inocente de lo que ahí se escribió.
- Si ya de plano quedaste curado de espanto te recomiendo que sólo utilices el Facebook ya que en éste puedes seleccionar quién puede tener acceso a tus publicaciones.