No me importa tu edad,
tu signo, tu nombre.
No me importa si al conocerme
me creíste princesa o bruja.
No me importa
de dónde vienes,
a dónde vas
o si te quieres quedar.
Lo que me importa es lo que llevas ahí,
dentro de tu piel,
dentro de tus ojos brillantes,
lo que hay en lo que no dices.
No me importa tu atrás,
no me importa tu soledad.
Me importan tus lágrimas,
tu voz y tu sonrisa.
Me importa verte
asomado entre mi escote,
entre mis ideas
y tu mente curiosa.
Lo que me importa es que seas tú
el que juegue entre mis piernas,
que seas aquel al que sorprenda
y el único al que muerda la oreja.
No me importa que no me quieras,
que al tiempo de irte
sea yo a quién dejes atrás
con sueños de seguirte…
Y ganas de amar.
M.A.Z.