Lo que se sabe acerca de las ratas topo desnudas africanas, es que la vida de estos animales se desarrolla dentro de túneles subterráneos y que llegan a vivir hasta casi 30 años, una vida muy larga considerando su pequeño tamaño, ya que otros roedores como los ratones viven tan solo alrededor de 4 años. Pero, ¿qué es lo que realmente las hace tan extraordinarias pues nada menos que su inmunidad al cáncer, en parte quizás, dotadas de ésta maravillosa cualidad como una herramienta para poder adaptarse a su vida subterránea.
Las investigaciones que soportan estos hallazgos se encuentran en el trabajo realizado por el grupo de Gorbunova y Seluanov publicado en la revista Nature en el 2012, Ya que estos investigadores, descubrieron que los fibroblastos de la rata topo desnuda (Heterocephalus glaber) producen altas cantidades de ácido hialurónico de alto peso molecular (HA) (cinco veces más que la que pueden producir los humanos y los ratones), debido a que la rata topo desnuda presenta una disminución de las enzimas que degradan dicho HA.
Por lo cual, el estudio de esta molécula parece ser un camino muy esperanzador para combatir el cáncer. Pero, ¿qué hay acerca de otra rata topo que no está desnuda pero si ciega?, pues que la rata topo ciega (Spalax spp) es otro roedor subterráneo común en el Medio Oriente, con un máximo de vida de 21 años, y también es resistente al cáncer. Ya que en ese mismo año, otro trabajo de Gorbunova y Seluanov publicado en la revista PNAS reportó que los fibroblastos de las ratas topo ciegas Spalax judaei y Spalax golani después de proliferar activamente, llega un momento en que las células comienzan a secretar INF-β para inducir su propia muerte, como si las células supieran que se han excedido en número y entonces comienzan a suicidarse. Estos investigadores denominan este evento como la muerte celular concertada.
Además, en el presente año otro grupo de investigadores, el de Manov et al, reporto en la revista BCM Biology, que Spalax además de ser resistente a desarrollar tumores espontáneos también lo es, a desarrollar tumores inducidos por compuestos químicos carcinógenos y que cuando los fibroblastos de este roedor se ponen en contacto con otras células que son cancerígenas, éstos pueden inhibir el crecimiento de tales células. Mucho se ha estudiado sobre tumores inducidos en roedores como los ratones, pero ahora con el hallazgo de roedores inmunes al cáncer como las ratas topo, nuestra mirada se desvía al estudio de la resistencia al cáncer…
Sería maravilloso poder pensar que algún día, podríamos encontrar la clave para evitar esta enfermedad más que combatirla.