Hayao Miyazaki ha realizado muchas de las mejores películas animadas. Recientemente se anunció su retiro con lo que Se levanta el viento, es su última película. Su estreno reciente en salas de la Cineteca Nacional como parte de la 56 Muestra Internacional de Cine atrajo a muchos amantes del cine a ver la última película de Miyazaki. Tan grande fue le numero de visitantes, que desafortunadamente muchos se quedaron sin verla. Se abrió un calendario muy raquítico con relación a la demanda en cines comerciales, que solo proyectará funciones en algunas salas, en una sola fecha. Habrá que buscar otros medios para su máxima difusión.
Entrando en materia de la película, este filme cuenta la historia real de Jiro Horikoshi ingeniero aeronauta quien diseño los aviones japoneses que combatieron en la Segunda Guerra Mundial. Desde la infancia Jiro, había experimentado a través de sus sueños y de su afición a los aviones. Lamentablemente por su miopía, le fue imposible incursionar como piloto, así que su destino fue la ingeniería. Es una película que puede motivar a los más jóvenes a seguir sus sueños, porque este filme también muestra el empeño y el trabajo llevan al éxito. En esta historio Jiro, conoce Nahoko Satomi en medio de un terremoto mientras viajan en tren, entre ellos el afecto y la amistad crece, ella es una chica sensible que se dedica a la pintura. Mientras Jiro tiene viajes y trabaja arduamente en mejorar los diseños que le permitirán a los aviones japoneses alcanzar velocidades competitivas durante los combates, esto provoca que el distanciamiento con Nahoko se haga más profundo. Mientras, la salud de Nahoko se ve dañada, pronto Jiro propone matrimonio y disfruta el poco tiempo que pasa con ella, pues el trabajo de la ingeniera aeronáutica le consume su esfuerzo y tiempo. Hacia el final de la película, Jiro logra diseñar los aviones que Japón usará en el Segunda Guerra Mundial, mientras deja ver que Nahoko muere.
Esta película final de Hayao Miyazaki, puede dejar insatisfechos a muchos de sus admiradores, pues es la película que menos fantasía presenta. Aunque la historia es simple es hermosa y bellamente contada, no alcanza el encanto que otros de sus filmes si lo hacen como El Increible Castillo Vagabundo y El viaje de Chihiro. También es destacable que esta película no es para propiamente para niños, pues la historia les puede resultar lenta y su ausencia de fantasía le resta magia y encanto a los menores. La última película de Hayao Miyazaki no es su mejor, y su despedida es agridulce, pues esta película no llenará expectativas de muchos, pero su legado fílmico prevalecerá.