Los discursos de nuestros flamantes políticos son, desde tiempos inmemoriales, una suerte de diarrea, vómito y esputo al mismo tiempo -pido una disculpa si tuvieron que imaginárselo-. Por ello, palabras como las de Rosario Robles el pasado viernes 2 de los corrientes, ni siquiera tendrían que sorprendernos. Pero el que estemos acostumbrados no quiere decir, por supuesto, que no debamos indignarnos y sentir rabia contra todxs esxs cerdxs ignorantes e insensibles que detentan los espacios de poder en nuestro país.

Rosario Robles Berlanga, en su calidad de Secretaria de Desarrollo Social, debería tener amplios conocimientos en torno a los más de 60 grupos étnicos de México. ¿Que su cabeza está un poco saturada de trabajo y no le cabe ya más información? Bien, ¿cuántos asesores tiene? ¿2? ¿8? ¿14? Con el sueldo que perciben, ¿será que no son capaces de realizar un discurso incluyente y multicultural? Me pregunto si todos sus asesores y secretarios particulares y demás subordinados no tienen la inteligencia política de prever las reacciones a discursos como aquél.

Quizá, la pregunta sería: ¿Por qué debemos sentirnos molestos con palabras como éstas? En primera instancia, porque el tristemente célebre discurso de la Robles en El Nayar, Nayarit, denota el desprecio de la clase política hacia los pueblos indígenas, denota racismo y discriminación, denota aires de grandeza,  denota su desconocimiento de la historia de nuestro país y de las culturas indígenas particularmente.robles

Los pueblos indígenas en México se enfrentan a diversos obstáculos que, incluso, ponen en riesgo la existencia de diversas etnias. Pobreza alimentaria, desnutrición, falta de acceso a servicios públicos, incluso, los más básicos como la salud y la educación. Aunque muchos no lo crean –y de verdad hay quien no lo cree- hoy en día siguen muriendo niños indígenas por gripes netamente curables, las mujeres madres y amas de casa siguen expuestas a muerte materna, además de enfermedades como cáncer mamario y cérvico-uterino, los jóvenes y adolescentes continúan sin un acceso pleno y eficaz a la salud sexual y reproductiva, ni que decir de la violencia sexual contra niñas y adolescentes, generando así que niñas tengan que criar niños.

La falta de planificación familiar es una cuestión cultural pero también política, es evidente el poco interés del gobierno mexicano para impulsar medidas para ello. En muchos pueblos indígenas, las mujeres siguen teniendo más de tres hijos por causas como el machismo, la religión y las costumbres; sin embargo, existen diversas variables que no siempre son tomadas en cuenta: la falta de personal médico y/u hospitales en las comunidades, o el envío de médicos no bilingües, la falta de medicamentos y métodos de prevención reproductiva, así como la ausencia de vías terrestres adecuadas para el traslado de embarazadas y enfermxs.

Basta recordar la cantidad de mujeres que tuvieron que parir afuera de hospitales en un estado como Oaxaca, que es la entidad con el mayor porcentaje de población hablante de lengua indígena en el país, con el 34.2 por ciento del total de su población. rosario_r[1]

Desde mi perspectiva, la falta de planificación familiar en las comunidades indígenas está influida sí por el machismo y otras cuestiones culturales, pero es innegable la discriminación y falta de voluntad política para contener el crecimiento demográfico. Con esto, por supuesto no pretendo decir que se debe castigar o condicionar a las mujeres y familias indígenas negándoles el acceso a programas de carácter público, sino impulsar campañas de planificación familiar interculturales y acercar herramientas e información en torno a los derechos y la salud sexual y reproductiva, pero siempre, con pleno respeto, responsabilidad y sensibilidad ante las creencias, costumbres y acciones socioculturales de la diversidad de pueblos indios de nuestro país.

Para avanzar contra la brutal discriminación en nuestro país, necesitamos de una indignación consciente, verdadera y responsable, crítica e informada. Y lo digo por esos personajazos de las redes sociales que se muestran muy molestos con comentarios como éste:

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Lo digo también por el rasgamiento de vestiduras de lxs panistas, quienes no dudaron en hacer leña del árbol caído y capitalizar el tropiezo de la honorabilísima Robles. Fue Beatriz Zavala Peniche, titular de Sedeso en el sexenio de Calderón, quien acudió a las oficinas del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED) a realizar la denuncia correspondiente; no sólo eso, la también sobrina del banquero defraudador Carlos Cabal Peniche  aseguró que Robles no sabe de desarrollo social. El burro hablando de orejas, hablan los que, en materia de desarrollo y seguridad social –entre muchos otros rubros- no han logrado hacer nada, ni como gobierno, ni como oposición. Ya no hablemos de su negativa ante las iniciativas de Interrupción Legal del Embarazo en diversas partes del país.

Robles, la otrora dirigente sindical del STUNAM pasó de ser una mujer admirada y reconocida por la izquierda y la academia, a ser despreciada por la población mexicana; sus palabras en El Nayar, son una violación a los derechos humanos de las mujeres indígenas mexicanas.

Ya en otra entrada hablaremos de la flamante campaña de desarrollo social del sexenio, la Cruzada Nacional contra el Hambre.

Además, ¿no es una mentada de madre que la Robles piense que una mujer tiene más hijos para recibir su pinche mensualidad mísera de $600? Aunque la señora secretaria lo dude, con ésa cantidad no se cría un hijo.

 

 

 

 

Un amplio reconocimiento a las organizaciones y a la sociedad civil en general que están empujando el derecho a decidir de las mujeres en Guerrero. Con todo mi pesar, incluyo también un reconocimiento para el gobernador Angel Aguirre, por su disposición de apoyo. ¡¡Despenalizar el aborto no obliga a nadie. Ayuda a las mujeres a tomar decisiones informadas!! Una ley que DESPENALIZA, NO OBLIGA a nadie a interrumpir un embarazo, permite que las mujeres tengan el poder de decidir si están en condiciones de ejercer la maternidad de manera satisfactoria y placentera. #ILEGroYA