La barbarie del islamismo (no todo) me parece atroz. En lo personal nunca podría vivir en algún país islámico, entre mujeres que no se revelan al sistema opresor y entre hombres que oprimen y hacen valer su fuerza. El arte requiere de sensibilidad, de empatía, en pocas palabras: de humanidad. Y aunque no me considero un experto (en nada) el hecho de que en nuestra época se haya lanzado la primera película hecha por una mujer en Arabia Saudita, habla de un retroceso de dimensiones bíblicas. Wadjda es una película de Haifaa Al Mansour (2013), es una película desarrollada en co-producción alemana.
Wadjda es un niña de diez años que vive en los suburbios de Riyah, asiste a la escuela, vive con sus padres, y tiene amigos. Una de las más notables virtudes de la película es que durante su desarrollo, no hay un afán por desprestigiar al islamismo. Los personajes de la película se desarrollan en este entorno con naturalidad, aceptan a la sociedad que se les ha impuesto. Wadjda tiene un amigo de nombre Abdulla, con quien no puede competir en carreras pues ella no tiene una bicicleta que le permita hacerlo. Ella decide ahorrar y estudiar el Corán para ganar un premio que le será suficiente para comprar una bicicleta.
A través de esta simple y a la vez complejísima historia donde la fortaleza de Wadjda por obtener su bicicleta le permitirá al espectador adentrarse en la sociedad islámica actual, es un vistazo de este mundo desconocido. Esta es una película memorable, apta para todo público y para verse en familia. Actualmente se está proyectando en la Cineteca Nacional.