Uno de los poetas más grandes de la historia de la humanidad es Rumi, nacido en Balj, hoy Afganistán; su nombre era Yalal ad-Din Muhammad Rumi. Nace el 30 de septiembre de 1207 y muere el 17 de diciembre de 1273 en Konya, Turquía. Fue conocido como filósofo persa y gran maestro de la tradición sufí, también llamado «Mawlana: Nuestro Maestro», título que le otorga su padre al reconocerlo como santo en su más tierna infancia.
Rumi, fue un poeta místico musulmán. Su influencia en la literatura persa, turca y urdú ha sido muy marcada, y su obra ha llegado a occidente por su belleza, misticismo y grandeza. Además, Rumi fue sin duda, un gran visionario; se sabe que cuatrocientos años antes que Galileo, él ya hablaba de una pluralidad de los mundos, en el sentido astronómico y científico. Afirmaba en el siglo XIII, que existía un universo en miniatura en el átomo y describía su poder para reducir al mundo a cenizas (la energía nuclear, la bomba atómica) Rumi tenía ideas bien planteadas de lo que hoy se conoce como el «efecto mariposa» y habla tan claro de ello, siglos antes de que la ciencia pensara en estos términos. Así era el alcance de su visión. Declara en sus tiempos, que los misterios de la naturaleza, se expresan en su totalidad en el hombre y que el destino de nuestro planeta está en nuestras manos, actualmente, más que nunca antes, necesitamos ser conscientes de ello. Pensaba que el Hombre, debía encontrar un camino para ver a los seres del mundo como sagrados, si no, acabaríamos destruyéndolo todo. El poeta predicó con su obra, el respeto a todos los seres vivientes y a las diferencias de pensamiento existentes en su época, pese a que él vivió en un tiempo en el que se venía abajo su mundo; por la violencia y barbarie de las guerras mongólicas que acababan con todo, se refugia entonces en una verdad eterna que es la que nos propone descubrir.
Hoy, les hago una breve reseña del libro titulado El canto del Sol, un libro que habla del Camino del Amor o del Camino del Corazón, o como los sufís dirían al respecto: «el cultivo del jardín del corazón» ya que es el único camino para que la sabiduría crezca. Este camino del amor, es el amor espiritual, el del misticismo. El sufí guarda la idea de sí mismo como un hombre con los pies en la tierra y la mente en el cielo y lo practica precisamente en sus danzas derviches. Rumi dedica el libro a su maestro Sol, en persa «Shams».
A El canto del Sol, se le conoce como la esencia del sufismo. Rumi funda la cofradía sufí de los derviches danzantes en Konya.
Es un libro profundo, que habla del amor místico, el amor inalcanzable del hombre hacia el ser divino, es un libro que quiere transmitir un conocimiento iniciático a través de una hermosa poesía, un éxtasis… El pensamiento de Rumi, se consagra dentro del amor universal y del misticismo absoluto. Los temas que abarca en esta obra van desde la dolorosa y terrible muerte de la carne pero también se aborda como la celebración de un renacimiento espiritual, es sobre el amor y sobre la oración, la visión y el hombre perfecto entre otros. Es una perspectiva ciertamente islámica y sin embargo, es parte de un pensamiento ético universal y espiritual.