Premio Nobel de Literatura en el 2008, escritor de gran talento y una destreza literaria asombrosa: Jean-Marie Gustave Le Clézio.

Cuando leí El día que Beaumont conoció a su dolor, nunca imaginé hacia dónde me llevaría este maestro de las letras, les comento a continuación:

Beaumont, un ciudadano común, un personaje como cualquiera de nosotros, se va a su cama a dormir tranquilamente como cada noche. Nada fuera de lo normal, hasta que comienza a sentir un dolor en la mandíbula. ¿Una muela? no lo sabe en ese momento, pero es un dolor punzante, que cala; un dolor que comienza a recorrerle el rostro, la cabeza; un dolor que comienza a volverse insoportable. Beaumont, va por unas píldoras para calmar eso que lo atormenta, ese ente, que se va convirtiendo en monstruo, ese monstruo que se va apoderando de él, poco a poco, conforme van pasando las horas de la noche. Beaumont se levanta, tiene que tomar medidas extremas para quitarse de encima al monstruo que se le presenta como ese maldito dolor. No puede más. Regresa a los calmantes, bebe para que ese dolor se vaya de una vez por todas. Entonces, ese dolor se convierte en algo peor, algo interno, existencial, ese dolor, le hace ver lo desconocido en él mismo. Algo insospechado…

Beaumont, llama por teléfono a una de sus amigas, es de madrugada; sin embargo, él le suplica que vaya, le dice que ese dolor que siente no es normal, que la necesita, pero ella le contesta que se calme, que tome más medicamento y que trate de pasar la noche, que si gusta, ella le sacará la cita con el dentista y lo acompañará por la mañana. Beaumont le implora que no lo deje solo, que no le corte la llamada, pero Laura  lo hace y cuelga el teléfono. Beaumont se desespera, hace lo imposible por dormir…

Amanece.

He aquí, donde comienza lo increíble, ese monstruo, ese dolor, se convierten de aquí en adelante en un todo; en un sentido de vida o de muerte.

Así entonces, los invito a leer la historia de Beaumont. Una obra literaria que nos lleva al interior del ser humano común, a través de un simple dolor de muelas.

El libro es una publicación de Almadía, ilustrada por Alejandro Magallanes y traducida por Martín Solares.