Observo tu rostro,
enigma flagrante;
deseo intoxicante
por querer saber más de ti.
Fascinante mi reto de encontrarte,
el reto de saberte
y ocultamente
pedir que no sea así.
Un nuevo gesto es descubierto
cada vez que te encuentro,
mis ojos te devoran en secreto
y busco pretextos para que pases más tiempo aquí.
Si ya sé que es un juego,
que soy cada vez
más ajena a un recuerdo,
pero tú; tú te quedas
cada vez que mis ojos se cierran.
Me he creado tus pensamientos,
mi bella historia de ti.
Ese absurdo de mantenerte perfecto,
irreal, ideal para mí.
No te juzgo, te entiendo,
incluso cuando no tienes nada qué decir,
cuando desespero en tu silencio
y me enamoro de tu perfil.
Cuando parece mentira la sinceridad,
porque es tan simple como increíble,
la realidad se encuentra difusa e incongruente,
acecho mi voluntad y seduzco tu mente.
Incertidumbre perpetua,
que es parte de la locura
pero que mantiene a salvo
y provoca continuar sin recato.
M.A.Z.