Los segundos van retrocediendo,
mágicamente voy hacia atrás,
pero el tiempo no deja de pasar…
y pasa una hora, pasa un día más.
Mi mente no se disculpa y se dispersa
mostrándome fotografías de ayer,
desespero y peleo,
sin darme cuenta me ausento,
y así otro momento se va de mi presente,
que se ha esfumado y tampoco volverá a pasar.
Echo al ruedo mi dualidad,
convirtiéndolo en realidad,
atiendo a todos, escucho sin escuchar,
miro sin observar, toco sin sentir,
quiero sin llegar a amar,
insisto en buscarme más allá de mí.
Intento concentración
pero mi mente no quiere hacer silencio
y me tortura, me angustia.
Me agazapo en la justificación injusta,
donde yo y todos somos culpables.
Me fugo en mi realidad,
bebo valor etílico y me esfumo,
detrás de la cortina de humo,
se distorsiona mejor lo que no quiero ver.
Soy juez y parte,
yo, verdugo de mí,
creo el drama, me hundo
y tiendo a desaparecer,
es una crisis constante,
es un ataque de ayer.
M.A.Z.