Te devuelvo tus labios vacíos,
te devuelvo el corazón
con tus latidos violentos,
tus ojos sin sueño
y las visiones que desaparecieron
entre tus parpadeos.
Te devuelvo cada estrella,
cada frase interrumpida,
cada ausencia desmedida,
te devuelvo a ti,
a tu cuerpo, a tu vida.
Recojo del aire pensamientos,
me escondo en el hueco
de tu sombra que ya no está.
Sublime el recuerdo,
sutil el olor que queda
en mi vida al verte pasar.
La cuerda del ayer
tira con más fuerza cada vez,
pero ya no cedo.
Hablo historias en tiempo presente,
es nuevo el viento que exhala mi voz.
Peligroso el placer
que el olvido provoca,
una ola de luz invoca
la presencia del nuevo ser
que nace, ese nuevo ser
que dice ser yo.
M.A.Z.