Ya era viernes, eran las cuatro de la mañana,

la luna asomada en la esquina de la ventana,

el sonido de los autos que no dejaban de pasar,

la música seguía provocando,

mientras tus manos no dejaban ni un rincón… sin tocar.

Sobre esa cama alta,

impregnada de nuestro aroma,

tus manos hundidas en mi piel,

y mientras… yo hacía amor de ti.

descarga

Y antes de amanecer,

después de entregar sin recato

mis sentimientos insensatos,

de respirarte con calma,

volvía a vestirme de cotidianidad.

Durante el camino hacia mi mundo,

recordaba los viajes bajo la sábana,

donde más que sentimiento fui emoción,

fui calor, fui vesania,

fui un rayito en tu pupila,

y fui lo que nunca fui en mi imaginación…

yo hacía amor de ti.

Amordeti

M.A.Z.