por Priscila Ugalde | Ene 3, 2016 | Literatura
El Ser poseso halla el lugar donde enaltecer los fuegos clandestinos; Pese el advenimiento del Ser pujante, el Super Yo, que no es Yo; también, viceversa Pues envuelto en la barbarie se revuelca, volcado por la pasión, se Es ¡Indulgencia, ven a mí y quítame esta pena!...