por Priscila Ugalde | Oct 7, 2014 | Literatura
Cumplía con mis deberes alimenticios (…) la gracia que permite comer sin desagrado y que se llama: apetito (…) ignoraba la violencia y las salvajes exigencias de mi cuerpo, ese compañero cebado que sólo se hacía conocer por una serie de malestares delicados. Jean Paul...