Se mueve el piso,
mis ideas se caen,
una absurda verdad que no es mía
se apodera de mi serenidad.
Yo no entendía por qué,
yo me creía dueña de toda respuesta,
tenía una necia conciencia.
Yo no sabía que un día tus palabras entristecerían,
que tus ideas temblarían
y tus labios no querrían hablar.
Fue una tarde aburrida
cuando mi ego debatía conmigo
y sin mucho argumento decía
que no quería escuchar la realidad.
Tú no has sabido mentir,
y preferiste callar las palabras
en vez de herir.
Tú ya no tenías nada que decir
y yo no entendí que tenía tanto que escuchar.
El sol que hoy cayó iluminó lo que tenía que ver,
dejando notar destellos de tu ausencia.
Tropiezo entre los escombros
que ha levantado la duda al caer.
Sorpréndete de todo esta vez,
yo no fui lo que viste,
siempre hay algo mejor en que convertirse.
El sol empieza a caer,
y me ilumina dejando ver a mi sombra,
tan sola, tan sorda, tan llena de lo que no fui
y me doy cuenta de lo que ya no soy
desde que ya no estás aquí.
Hoy solo queda decir que besaré tu boca
cada que el viento se acerque a ti
y me escurriré por tu piel
cuando la lluvia caiga sobre ti.
M.A.Z.