Cuando hablamos de feminicidio, no hablamos sólo del asesinato de una mujer en su sentido más amplio, nos referimos al asesinato de mujeres y niñas, motivados por el sexismo y la misoginia. El feminicidio muestra el desprecio y sentido de superioridad de la persona agresora. Ésta ve a la víctima como su propiedad y, por tanto, se siente con el derecho de herirla física y psicológicamente, violarla, terminar con su vida.

El Estado de México –gobernado desde siempre por el Partido Revolucionario Institucional (PRI)- enfrenta desde hace varios años, pero más claramente desde 2005, una serie de feminicidios, que, en un intento por reducir el costo político que éstos implicarían para la campaña presidencial del entonces gobernador de la entidad, Enrique Peña Nieto,  buscaron ser minimizados y hasta invisibilizados.

Según el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio, entre 2005 y 2010 se presentaron 922 denuncias por asesinatos de mujeres, superando así la dolorosa situación de Ciudad Juárez. Los 10 municipios más poblados del Estado de México, -entre los que se encuentran algunos con alto índice de marginación- son también aquéllos donde se ha documentado violencia feminicida: Ecatepec, Netzahualcóyotl, Tlalnepantla, Toluca, Chimalhuacán, Naucalpan, Tultitlan, Ixtapaluca, Valle de Chalco y Cuautitlán Izcalli. (Cacho, 2011).

Hoy, Enrique Peña Nieto ocupa la silla presidencial; el PRI mantiene el poder en la entidad en la figura de Eruviel Ávila Villegas. Y sin embargo, el gobierno mexiquense continua anulando la importancia y caracterización específica de los feminicidios. Ello desde luego, no es una actitud aislada, obedece a una lógica machista y de reproducción de las dinámicas del poder patriarcal.

En este sentido, resulta inevitable mencionar que existe una polémica vox populi en torno a la reciente resolución de la SCJN, avalando la tipificación del feminicidio: a mi parecer, la discusión es innecesaria y absurda, reclamar bajo el discurso de la equidad de género, refleja, justo, la inconsistencia del argumento, es innegable la violencia estructural de que somos víctimas las mujeres, violencia generalizada y, tristemente, normalizada, a veces hasta por nosotras mismas, por lo que resulta urgente el reconocimiento estatal de la violencia que nos está golpeando, violando, matando; así como la promoción, defensa, reconocimiento y protección de nuestros derechos y libertades fundamentales. Aunque me asusta esta normalización y aceptación popular de la violencia, la entiendo, recordando la educación y la desafortunada herencia cultural de la sociedad mexicana.

¿Qué tan permeadxs hemos sido por la violencia machista, que María Mercedes Colín Guadarrama, vocal ejecutiva del Consejo Estatal de la Mujer y Bienestar Social del Estado de México, subordina la problemática feminicida al costo político que implicaría para el gobierno del Estado de México (GEM) declarar la Alerta de Violencia de Género (AVG)?

¿Qué significa para el GEM emitir la declaratoria de AVG? En primera instancia, sin lugar a dudas, representaría aceptar ante la población y la clase gobernante mexiquense –y la de todo el país- la falta de gobernabilidad en el Estado de México, la ineficacia de las autoridades competentes y la pérdida de control, ni hablar de la ruptura del tejido social. Implicaría la ejecución inmediata de acciones de prevención y sensibilización, las cuales, dudo que el GEM tenga capacidad de implementar con carácter urgente.

Es necesario que lxs ciudadanxs volteemos a ver la dura y violenta realidad imperante en el Estado de México. Las niñas, adolescentes, jóvenes y mujeres nos encontramos bajo un riesgo latente, un riesgo que coarta nuestras libertades y violenta nuestros derechos como niñas, como ciudadanas,  como madres, como estudiantes y/o trabajadoras, como mujeres. Desde luego, no basta con observar lo que sucede y guardar silencio, es necesario exigir al gobierno acciones prontas y eficaces en torno a la problemática.

En medio de la oscuridad agobiante y opaca a que nos ha sometido el gobierno de la entidad mexiquense, brillan dejos de luz en el horizonte. Dejo los siguientes enlaces que, aunque no lo pareciera, son conquistas de los movimientos de mujeres, de los movimientos feministas, de las exigencias de los Centros de derechos humanos, de colectivos y organizaciones independientes,  de luchas individuales:

Formal prisión a implicado en 16 feminicidios en Ciudad Juárez, Chihuahua 

SCJN avala tipificación del feminicidio

Reconocimiento super especial a las personas que realizan acciones de información, sensibilización y seguimiento en torno a los feminicidios en el Estado de México: Feminicidios Nunca Más y tantos más de quienes no sabemos el nombre, pero sabemos que están y que seguirán.