Ayer y antier fueron los días en que las personas que viven en México se sienten “mexicanos”, están orgullosos de haber nacido en este país, esto sucede cada año, y cada vez es peor. Se vive en un país donde pasan cosas extraordinarias, es el país de la impunidad y del “no pasa nada y pasa de todo”. Y justo el 15 y 16 de septiembre se tiende a olvidar lo que pasa en la nación y uno se pone a festejar que es mexicano, ¡a huevo!
Sin embargo, esta fecha se vio opacada por diferentes razones, unas naturales y otras de índole política. Entre los damnificados por las lluvias en diferentes estados de la república y la represión a los maestros, creo que no fueron muchos los que dieron el grito, bueno, los acarreados sí, ellos sí cuentan.
Entre las reformas estructurales del gobierno y que los cinco chavos desaparecidos de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos no habían sido secuestrados por narcotraficantes, sino que se la andaban pachangueando en Acapulco; y que el narco sigue creciendo pero el pueblo piensa que no; y que la selección posiblemente no vaya al mundial; y que el Canelo perdió con Maywather. Con todos estos problemas, y muchos más, el país se está desmoronando, se está hundiendo en la zozobra, la gente no soporta la tristeza, – algunos están tristes por el TRI y por el Canelo, y otros por la situación en la que se encuentra el país- posiblemente, un día de estos el pueblo mexicano cometerá un suicidio colectivo, tantas desgracias no le pueden suceder a un solo país, y consecutivamente. Pero hay que recordar que no hay mal que dure mil años ni cuerpo que lo aguante.
La única posibilidad de que el país salga adelante es que la selección de fútbol no siga perdiendo y vaya al mundial, eso traería alegría a los corazones del pueblo, y todo comenzaría a mejorar.
Para la celebración del año que viene – si es que se llega- se debería cambiar la arenga de ¡Viva México! por una que vaya más acorde con la realidad, se debería plantear a manera de pregunta, y lo acertado sería: ¡¿Sobrevivirá México?!