Jorge Alberto Rivero Mora

«Puse mi genio en la vida y mi talento en mis obras»

Oscar Wilde

SALVADOR NOVOUno de los escritores más importantes del siglo XX, no sólo de nuestro país sino del mundo de habla hispana, fue el gran Salvador Novo (1904-1974). Sin olvidar su contradictoria posición política en los últimos años de su vida, su legado como prosista, dramaturgo, poeta, publicista, cronista, traductor, director de teatro y funcionario cultural resulta admirable. Así, no pretendo ahondar en el loable acervo literario de Novo, sino que este escrito pretende rescatar su actitud irreverente para enfrentar con valentía, inteligencia y extremado ingenio la cerrada e hipócrita moralidad de la época y de igual manera pretendo ahondar en torno a su colaboración como guionista en el cine mexicano.

imagesFYET7EBOEscritor precoz, en la década de los veinte, Salvador Novo fue fundador y uno de los representantes más destacados de la revista Contemporáneos (junto con Xavier Villaurrutia, Gilberto Owen, José Gorostiza, Jorge Cuesta, Jaime Torres Bodet y Carlos Pellicer). Asimismo, es quizás la primera figura pública de nuestro país e incluso de las primeras a nivel mundial, que sobresalió por su defensa (en su propia persona) de los derechos de los homosexuales en una sociedad conservadora y machista como en la que le tocó vivir.

Con los Contemporáneos, Novo acepta saberse diferente y responde con extraordinaria agudeza, ingenio y humor al cúmulo de críticas y ataques despiadados que desde los distintos sectores oficiales le dirigieron intelectuales y artistas de la época: José Rubén Romero, Renato Leduc, Diego Rivera, Jesús Silva Herzog, Juan O’ Gorman, entre otros. Estos personajes acusan a Novo de que debido a su “moralidad dudosa (y a) sus actos afeminados (propiciaba) una atmósfera de corrupción que impide el arraigo de las virtudes viriles de la juventud”.[1]

Crítico feroz de las “buenas costumbres” de la nueva burguesía que se consolida posterior al cardenismo, Novo también se mofó del enfermizo nacionalismo de la época que auspició el partido oficial (PRI) para legitimar su poder. En este sentido, Novo no se intimidó con el ataque que sistemáticamente le hacen a su persona (y sobre todo a su condición homosexual) sino que responde de manera sarcástica y elegante a dichos embates reafirmando con ello su ser y su personalidad.

Novo entonces, no sólo encarna al ser humano polifacético que desarrolla con genialidad sus múltiples aptitudes, también nos mostró que los derechos sólo se adquieren ejerciéndolos y que contrario a lo que se ha insistido, nuestro país está lejos de llamarse democrático mientras los derechos humanos y ciudadanos de la minorías (homosexuales, indígenas, minusválidos, etcétera) no sean reconocidos y, por ende, respetados.

tardan_3De esta manera, Novo, quien es considerado como el más grande cronista de nuestro país en la pasada centuria, fue un gran amante de la radio, teatro, cine y televisión (que incluso se adelantó en muchos sentidos, a subrayar la importancia de los medios de comunicación en la cotidianidad de las sociedades modernas). Novo incluso destacó como un afamado publicista que hizo célebres famosos slogans, de productos comerciales de gran éxito en la década de los cincuenta: Mejor, mejora, Mejoral, De Sonora a Yucatán, se usan sombreros Tardán» y ‘Siga los tres movimientos de FAB, remoje, exprima y tienda.

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En este escenario, uno de los datos pocos conocidos sobre Salvador Novo, fue su contribución en la carrera fílmica de Mario Moreno Cantinflas y de su entonces pareja cómica Manuel Medel,  a través de un argumento suyo en el cual se basó la película El signo de la muerte (1939), dirigida por Chano Urueta.

De manera breve, la trama de la película trata sobre cómo un antiguo Códice prehispánico predice el regreso del Imperio Azteca, a través del sacrificio de las doncellas. A partir de esta premisa, el argumento del filme da paso a una historia de superstición, suspenso, humor y misterio en la que Cantinflas y Medel se someten con disciplina al argumento intelectual de Novo.

La película si bien no tiene un éxito notorio, por su trama un tanto complicada, esta cinta fue muy importante para posicionar a Cantinflas como la gran figura cómica que se consagraría un año después con Ahí está el detalle (Juan Bustillo Oro, 1940), pero más allá de estos datos, el filme puede cobrar nuevos resignificados (discurso, lenguaje, humor, etcétera) en espera de ser atendidos por las miradas críticas de las nuevas generaciones)

02-salvador-novo-07Con lo antes señalado, hoy en día que estamos insertos en un contexto en el que se evidencia la banalidad y en dónde la democracia se compone de gel capilar más que de ideas, siempre resulta refrescante y alentador reparar en la vida de personajes célebres de nuestra cultura como Salvador Novo para mostrar que la realidad desfavorable de un país con grandes carencias como el nuestro se enriquecen la obra y legado de Don Salvador.

En el presente link se puede apreciar el filme El signo de la muerte:


[1] Carlos Monsiváis, Salvador Novo. Lo marginal en el centro, México, ERA, 2000, p. 65.