«Cuando una ley es injusta, lo correcto es desobedecer»
Mahatma Gandhi
Hoy en día es bien sabido por los gobiernos de todas las naciones en el planeta que el desarrollo tecnológico es resultado de la inversión en infraestructura (las necesidades de una sociedad cada vez son más específicas y rigurosas por lo que se requiere de ciencia y técnica cada vez más avanzadas para posibilitar la construcción) y a su vez, resultado de las obras producto de ésta (el fin último de cada obra se mejora a sí mismo a través del tiempo). Tomando en cuenta dichas condiciones, se puede observar en todo el globo, una relación estrecha entre los países que ocupan los primeros lugares en desarrollo de tecnólogía y condiciones de vida de primer mundo; existe también la otra cara de la moneda, donde el apoyo a esta actividad es nulo y así lo es su economía (crecimiento de PIB mínimo o déficit).
Son las gigantes transnacionales e
instituciones gubernametales
que se venden con el slogan de
«la era de la comunicación»,
«la era de la información».
¿Comunicación entre quiénes?,
¿Información para quiénes?
El elitismo parece ser algo inherente al ser humano, sólo ha cambiado su nombre para justificarse. Aunque la concentración de poder pasa a ser de grupos cada vez más grandes (antes monarcas, ejército e Iglesia; ahora corporaciones, medios de comunicación masiva y gobiernos de potencias), la proporción entre sometidos y tiranos no ha presentado una varianza significativa a través de la historia de la humanidad… y quizá nunca la presente.
Sin embargo, este bosquejo de la realidad que parece estar cubierto totalmente de niebla, en todo momento nos ha ofrecido una oportunidad de libertad.
Los autores M Ilin y E Segal en su obra How man became a giant hacen un recorrido a lo largo de la vida del planeta tierra y narran cómo es que el hombre, a pesar de su frágilidad física, ha logrado romper las cadenas que en un inicio la madre naturaleza le dotó. El hombre no permaneció esclavo de un ecosistema, ha viajado por todo el planeta; el hombre no aceptó alimentarse de lo mismo que consumieron sus antepasados, creó la agricultura, se convirtió en cazador y se da el lujo de cocinar; el hombre no está limitado por sus capacidades físicas, crea herramientas que le permiten volar más rápido que cualquier ave, que le ha permitido llegar más lejos que cualquier otra especie en el planeta, ha logrado salir del planeta mismo. Son infinidad de razones que nos llevan a ver al ser humano como un ser en eterna busqueda de libertad.
Es de suma importancia resaltar que ha sido el conocimiento mismo el que ha liberado al hombre, no de una manera absoluta pero sí le permite cambiar de escenario y no estancarse.
El conocimiento NO es de unos cuantos, el conocimiento generado por la humanidad es para la humanidad misma. Si el egoísmo supera nuestro deseo de progresar estamos perdidos como especie.
Para las entidades en «vías de desarrollo» y de «tercer mundo» (por cuestiones políticas y otros sinsentidos) la inversión en infraestructura al igual que el desarrollo económico-tecnológico pasan a segundo término. El acceso a la nueva tecnología se vuelve lujo de «unos cuantos» y es ahí donde fracasan las oportunidades de crecimiento y de generación de nuevo conocimiento.
Es en este momento en el que algunas leyes se vuelven ridículas y lo correcto es romperlas.
En los últimos 3 años la lucha contra la piratería en internet ha sido enérgica y severa. La caída de Megaupload, Mediafire, Limewire y otras plataformas han dejado al planeta sin aliento por algunos momentos. Sin embargo hay una modalidad de filesharing que conserva la escencia del internet (compartir datos en una red) es el Torrent sharing.
Existe un gran catálogo de páginas que ofrecen torrents para descargar, sin embargo hay una que brilla por las luchas que ha librado contra el gobierno: the pirate bay que junto con programas como bittorrent y µTorrent permiten compartir casi cualquier archivo multimedia (e-books, archivos de audio, audiolibros, archivos de video) de manera gratuita.
Compartir información en internet de esta manera es posible hacerlo desde un café-internet, logrando que imprimir, grabar un dvd, grabar un disco con información de cualquier parte del mundo se vuelva más accesible para aquellos que no gocen de un nivel de vida de primer mundo y así, compartiendo conocimiento generaremos más conocimiento.