Me escurro de pronto desde su frente,
le recorro el rostro,
le derramo un beso,
lentamente me voy.
Yo no quería interrumpir un pensamiento
o sobresaltar algún recuerdo,
quería quizá volverme sentimiento…
y lo logré, pero en un suspiro se le fue…
Fui sonrisa, fui guiño,
fui calma y caricia,
fui Luna, fui noche
y sutil amanecer…
Mi amor no es un suicida,
no lo verás perdido por ahí.
No le gusta mentir.
El viento que trajo
la suave brisa a su piel
en un día de invierno,
hoy ha cambiado su curso
y arrastra del piso hojas secas y frágiles.
Ya paró de llover,
se ha dejado de sentir
la humedad del recuerdo.
Los rayos del sol
iluminan nuevos caminos sin prisa.
Puede ser difícil cambiar de lugar,
es necesario no saber a donde va
y saber que por más que corra
no lo podré alcanzar.
Fui sonrisa, fui guiño,
fui locura, fui sueño,
fui secreto, fui lo que nunca
imaginé poder ser…
Mi amor no es un suicida,
no lo verás perdido por ahí.
No le gusta sufrir.
Hoy besaré al viento por última vez
y espero que algún día
llegue a soplarle al oído
el recuerdo de mi voz.
M.A.Z.