Te respiro… tu calor suspiro,

mis labios se funden con tu boca

y siento que puedo convertirme en pez.

A tu piel me adhiero

y percibes como de mi pecho

sale el eco de un latido.

Quiero ver más allá

cada vez que te miro

e irme hasta donde me invitan

tus pupilas dilatadas.

Qué difícil soltarte,

qué difícil dejar de mirarte,

qué difícil salir del trance.

Tal vez al caminar

no llevemos el mismo paso,

tal vez al bailar,

mi torpeza no siga tu compás…

Pero cuando te beso;

rompo sin miedo

la ley de gravedad.

M.A.Z.