(…) bruma fluida, viscosidad insaciable, no bien advenida se deshace como un espejismo e impregna de inexistencia (…) Julia Kristeva
Tan fugaz como el presente, efímero destino se desvanece cuán trayecto con dos caminos existe, trifulca de la mente, el inconsciente se alborota mientras el azar juega con cada una de las gotas, partícula que representa la transformación de la sensación, un derrame incesante de cuestiones interminables, se paraliza ante cada uno de aquellos inconvenientes.
Son mejillas ruborizadas por cada halago, el recuerdo repentino y los sueños vividos. Se propaga por el cuerpo aquel sentimiento borroso, visiones imprevistas surgidas de lo memorable, le estremece mientras se haya fundida entre cálidos brazos, son el renombre de los ósculos embriagantes, noches de sombras, ventisca, velada y marea, las olas son alborotadas, cielos que rugen cuanto ritmo acorrala de su palpitar la exacta médula de la incógnita a cada mañana en medio de la resaca.
Jeremy Mann P.
Se vive en el destierro, ese abatimiento, la picazón que causa comezón, es a lo lejos el apego, aquel que con mil palabras y descripciones se pierde sin “razón”. Prefiere el silencio de los argumentos, enmudecidas sensaciones, rectificaría el tiempo la aflicción del desentendimiento y justificarían silencios jamás reformados, un estruendo a viva voz de lo humano e insensato.
Marchita plenitud de rasgos insondables, desgarbado mirar, se confronta para firme estar ¡bienvenida realidad! Se adorna el paisaje cuanto misterio de sus ojos emana y en letras remite, fúnebre reposa el velo en aquella cabeza, un prolongado luto en medio de la pena, ¡bendito mundo de emociones, aquel que te recuerda cuán vivo estás por cada una de las sensaciones!
Tan ambigua, inverosímil, súbita o brusca se antepone frente a la hipótesis con ganas que resultan angustiantes para todo pensamiento sombrío. Tétrica mañana que vislumbra, ceguera después de tan inextricables acciones abismales, muere transmuta y muta, la recepción de la información ya es otra.