“El autor es quien da al inquietante lenguaje de la ficción sus unidades,sus nudos de coherencia, su inserción en lo real”.
Michel Foucault
Ojos de menta tan frescos como el viento y el aliento;
lluvia de seda como el cobijo de telillas, manos tropicales, roce de “mis” mejillas, sedantes embriagadores;
tierra cultivada de experiencias como de hombres al parapetó de sueños y centellas;
tacto áspero como la corteza rugosa de aquel árbol;
pájaros y cantos de vuelos altos y libertades;
fragancias muchas como el revoloteo y mixtura de las pieles, a veces, miasma.
Rojos como el arce de Amur, de sensaciones acuosas a percepciones inocuas;
amarillo como el destello de pastizales y ojales a senderos y colinas fecundas;
azul como el firmamento, de masculino y femenino, a éste otro respecto al primero por primacía ante la naturaleza, la historia y deducciones generales posiciona;
violeta como las azucenas, agudas y sin vello los escaramujos paralelos a su cuerpo,
blanco como la fuga de ideas, de bloqueos inexperiencias a finales en medio de la merma;
gris como el neutro de los cielos, de nubladas tempestades y vagos recuerdos;
negro como el ocaso de espirales sin retorno ni fuerza, a muertes sin consuelo e indiferencia.
Espasmos de timbres a tientas, velos y ceremonias;
humedades – cavidades, de fragancias y fricciones;
exudaciones por los poros, alteraciones y vuelcos por cada uno de los revuelcos;
gemidos desbocados, estruendo y eco en aquel cuatro por cuatro;
contracciones musculares de arista a punta a gesticulaciones incontrolables
agitaciones mensurables de piel a dermis, de entidad a cuerpo, de sustancia a psique, complemento y es sujeto;
(La) nada, tiempo y espacio y es todo, precipitados retornos, convulsivos todos.
Caminar, correr, detenerse y es asombro;
ignorar; repentino abrir de ojos; observar, analizar y asimilar;
aprender, procesar, retroalimentar, cerrar y de nuevo iniciar;
reinventar, construir, crear, a magnitudes los tiempos se tornan “otros”;
adaptación, las reglas del juego determinan lo que “soy”.
Vago, “me” extravío, “me” absorben, sistemáticamente actuó y “soy otro”;
Voy y vengo, “me” recupero como también, nuevamente “me” pierdo, retomo y a la inversa.
Soy: ese, aquel, él;
soy: esa, aquella, ella;
soy: esos, aquellos, nosotros;
soy algunas veces todo;
soy algunas veces nada;
soy abstracciones, etiquetas y deducciones de “otros”;
soy, sencillamente;
soy el sinsentido aparente.
P. A. U.