Qué más se puede añadir sobre la obra de Flaubert que no se haya dicho durante el tiempo en el que han perdurado sus novelas y sus obras en general; que además, han sido objeto de estudio por parte de diversos escritores y especialistas de las teorías literarias como Vargas Llosa, entre otros.
En fin, que me tomé la titánica labor de leer Salambó; y digo “titánica labor”, ya que es una novela de muy largo aliento, histórica; que consta de personajes ficticios y reales de la guerra de los Mercenarios, (Primera Guerra Púnica en la que Cartago le paga a mercenarios para atacar a Roma; pero después Cartago no puede cumplir con las promesas de pago hechas a los esbirros) la batalla se da durante el siglo III A.C., en Cartago, ciudad Fenicia.
Ciertamente Flaubert toma como fuente principal para la construcción de Salambó, el Libro I de Historias de Polibio, que a su vez, tampoco tenía este período bien documentado, por lo que el autor, se dio a la faena del trabajo arduo, para llegar a concretar su novela.
Dicho lo anterior, la historia de Salambó, una hermosa mujer, casi diosa, hija del General Amílcar Barca, y gran protagonista de la diégesis; que se da bajo estas circunstancias bélicas; nos remonta a una época, que quizá para muchos de nosotros sea incomprensible, incluso el vocabulario que el autor utiliza, (si no se está familiarizado con la cultura Fenicia) puede llegar a ser complicada; así que para comprender en su totalidad, el viaje por el tiempo al que el escritor nos remonta, es probable que el lector necesite de algún diccionario digital o tradicional, para lograr visualizar los detalles descriptivos de toda gama que hallamos en la novela: vestuario, arquitectura, armamento, barcas, tipos de guerreros, e incluso flora y fauna de la época Fenicia. Pero, si el lector, es apasionado, como algunos de nosotros, no permitirá que detalles como los mencionados, lo desalienten a leer tan maravillosa obra artística, basada en una investigación exhaustiva y un furor lleno de creatividad, que es lo que en particular, pienso yo; le da el plus a Salambó.
Indudablemente, es una obra altamente recomendable, que señala muy bien la calidad y las cualidades del escritor, que fue Flaubert, con su complejo trabajo y compromiso con las Letras y la Literatura. Mi última sugerencia sería que para que puedan disfrutar de la obra a su máximo; no tengan prisa por acabarla, es una novela que requerirá tiempo de calidad entre ustedes, el libro y el esfuerzo del autor. Sin más, los invito a conocer Salambó de Gustave Flaubert.